El abogado Marcos Prieto, representante legal del individuo de 26 años implicado en el lamentable suceso automovilístico que resultó en el fallecimiento de una pareja el pasado domingo en el barrio de Buceo.
En declaraciones brindadas al medio Montevideo Portal, el letrado, especialista en derecho penal, identificó como la “primera” de estas decisiones la “excesiva velocidad a la que el vehículo se desplazaba” en el momento del infortunado evento.
La “segunda decisión desafortunada—un hecho palpable y real en la dinámica del siniestro, según Prieto, está directamente relacionada con la reacción de su representado una vez que percibió la presencia de la otra parte cruzando la vía.
“Una vez advertido de que el otro ciudadano venía cruzando la avenida”, explicó el abogado, su cliente “lo vio, le hizo cambio de luces en un intento de advertencia, trató de esquivarlo mediante una maniobra evasiva, giró abruptamente el volante de su automóvil hacia la izquierda y procuró sobrepasarlo o eludir la colisión pasando por delante del rodado que resultó impactado”.
Prieto enfatizó la realidad y la naturaleza sensible de los casos penales. “Como abogado defensor”, manifestó, “mi labor se fundamenta en un caso concreto y con personas reales. Fui encomendado por un cliente o por su núcleo familiar para trabajar sobre una situación que existe en la realidad.
Por lo tanto, es crucial entender que, cuando nosotros, como defensores, nos referimos a hipótesis, no estamos desligando el caso concreto, con sus circunstancias y protagonistas, de su contexto real”.
Subrayó con vehemencia que las causas que se dirimen en la esfera penal “involucran a seres humanos reales que están atravesando momentos de profunda dificultad y sufrimiento, tanto para las víctimas y sus familiares como para los imputados y su entorno”.
En las horas posteriores al incidente, se difundió un registro visual, específicamente un video captado por una cámara de seguridad, que documenta el instante exacto del impacto. Partiendo del análisis de dichas imágenes, el abogado Prieto desestimó categóricamente cualquier versión que vinculara a su cliente con la participación en competencias de velocidad ilegales o “picadas” al momento del siniestro.
Adicionalmente, basándose en estas mismas grabaciones, el letrado delineó las primeras líneas de su argumentación respecto a la manera en que el automóvil ocupado por la pareja avanzó con la intención de cruzar la importante arteria, bulevar José Batlle y Ordóñez, justo antes de que se produjera el impacto fatal con el vehículo conducido por su defendido.
Al ser interpelado acerca de si la forma en que la pareja precedió a cruzar la avenida podría constituir una transgresión a las normas de tránsito vigentes, y si tal circunstancia podría eventualmente redundar en un beneficio procesal para su cliente en el marco de la causa, el abogado Prieto explicitó los posibles rumbos que el proceso judicial podría tomar a partir de este punto.
Según el jurista, el camino legal a seguir podría orientarse hacia la consecución de un “acuerdo abreviado”, una figura legal que permite resolver el caso mediante un acuerdo entre las partes y el Ministerio Público, o bien, optar por avanzar hacia la instancia de un “juicio oral y público” donde se ventilarán las pruebas y argumentos ante un tribunal.
“Efectivamente, esa es la conclusión lógica a la que arriba cualquier persona que no posea formación legal; así como cualquier conductor, ya sea un aficionado o un profesional experimentado, puede extraer ese tipo de conclusiones basadas en la observación y la experiencia cotidiana, mis conclusiones como abogado, en el ámbito de la interpretación de la evidencia y la normativa aplicable al tránsito, se alinean precisamente en esa dirección”, aseveró Prieto.
Añadió que, “de cara a una eventual contienda judicial en un juicio, esa línea de argumentación [la referida a la forma del cruce por parte de la pareja] podría ser una avenida estratégica para desarrollar la defensa y exponer los hechos bajo esa perspectiva analítica”.
El penalista afirmó que su cliente, quien fue formalmente imputado por la justicia el pasado martes por su implicación en el fatal accidente automovilístico, se encuentra en un estado anímico delicado y afectado, “como es natural y previsible para cualquier ser humano que atraviesa una situación de esta magnitud y con consecuencias tan trágicas”.
En un reflejo del profundo, pesar que embarga al joven conductor, Prieto, compartió algunas de sus palabras.
“Él manifiesta un deseo profundo e inalcanzable de poder revertir los acontecimientos, de que los hechos no hubieran ocurrido”, sostuvo el defensor.
Las palabras exactas de su cliente, cargadas de arrepentimiento, fueron “Ojalá no hubiera salido en mi vehículo ese día, ojalá todo esto no hubiera pasado”.
Rocha Portal
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