Ante la creciente preocupación por la propagación del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una especie exótica invasora con un impacto devastador en las palmeras, el Comité de Especies Exóticas de Uruguay congregó a una amplia representación de actores clave.
La reunión, celebrada en la Torre Ejecutiva, reunió a delegados de diversos ministerios, la Universidad de la República, organizaciones de la sociedad civil, ONGs y expertos en la materia con el objetivo de articular una respuesta coordinada y efectiva frente a esta amenaza.
Estela Delgado, directora nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente, ofreció detalles sobre el ingreso de la plaga al país. Según explicó, el picudo rojo habría arribado a Uruguay en 2022, siendo la vía acuática el canal más probable de entrada, posiblemente a través del transporte de palmeras vivas.
Si bien la especie no representa un riesgo para la salud humana, su capacidad destructiva sobre las palmeras ha motivado la rápida elaboración de un plan de contingencia y un informe preliminar para dimensionar la problemática.
Delgado subrayó la urgencia de implementar medidas estratégicas para contener y manejar la plaga. Entre las necesidades consideradas prioritarias, destacó la creación de un registro nacional exhaustivo que permita contabilizar con precisión el número de palmeras afectadas en todo el territorio nacional. Esta herramienta se considera fundamental para obtener una imagen clara de la situación y orientar las acciones de control.
Adicionalmente, se planteó la necesidad de desarrollar modelos predictivos robustos que faciliten el monitoreo de la evolución de la plaga, permitiendo anticipar su avance y focalizar los esfuerzos de contención.
Un aspecto que resaltó la directora nacional fue que el picudo rojo no figuraba entre las 42 especies invasoras previamente identificadas y monitoreadas en Uruguay. Esta circunstancia, aunque preocupante por la sorpresa que supuso su llegada, subraya la necesidad de mantener una vigilancia constante sobre posibles nuevas introducciones y actuar con prontitud una vez detectadas.
Como resultado de la reunión, las autoridades acordaron establecer una hoja de ruta de acción conjunta, delineando las responsabilidades y sinergias entre las diversas instituciones involucradas. Esta coordinación interinstitucional es vista como clave para el éxito de la estrategia de manejo. Asimismo, se consensuó la importancia de diseñar un protocolo unificado para el manejo y control de la plaga, estandarizando los procedimientos y garantizando una respuesta coherente en todo el país.
Uno de los objetivos primordiales es proteger activamente las especies nativas de palmeras, con particular énfasis en los vastos y centenarios palmares de Rocha, buscando evitar que la plaga se extienda más allá de sus actuales fronteras de afectación.
En paralelo, se busca articular esfuerzos con las intendencias departamentales y las organizaciones sociales que ya han comenzado a implementar acciones a nivel local, reconociendo el valioso trabajo que realizan en el territorio.
Las autoridades hicieron hincapié en la esencial colaboración con los gobiernos municipales y, sobre todo, con la población adulta, instando a una participación activa en la detección y reporte de posibles casos de infestación. La cooperación ciudadana se considera un pilar fundamental en la lucha contra esta plaga.
Para dar seguimiento, a los avances y ajustar las estrategias según sea necesario, se programó una nueva reunión de seguimiento en un plazo estimado de un mes.
Actualmente, la presencia del picudo rojo ha sido confirmada en ocho departamentos de Uruguay: Durazno, Florida, Lavalleja, Maldonado, Colonia, San José, Canelones y Montevideo.
Rocha Portal
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