Un incidente que generó considerable alarma social tuvo lugar esta semana en el balneario de Atlántida, departamento de Canelones, cuando un vecino alertó a las autoridades sobre el descubrimiento de un artefacto que aparentaba ser un explosivo militar.
El hallazgo, realizado en las inmediaciones de un contenedor de residuos ubicado en una zona de tránsito frecuente, desencadenó un rápido operativo de seguridad que involucró a diversas fuerzas de respuesta.
El descubrimiento se produjo en la esquina de Roger Balet y Circunvalación, un sector conocido por su movimiento de personas y vehículos, lo que añadía un elemento de preocupación a la situación. Según relatos preliminares, fue la perspicacia de un residente local la que posibilitó la detección del objeto, cuya apariencia inusual llamó su atención mientras se encontraba cerca del contenedor.
Ante la posibilidad de que se tratara de un artefacto peligroso, el vecino procedió de manera responsable, absteniéndose de manipular el objeto y contactando de inmediato a la Policía Nacional. Esta acción inicial fue fundamental para activar la cadena de respuesta protocolar. Desde la seccional policial, se derivó la solicitud al Cuerpo de Bomberos, quienes a su vez coordinaron con la unidad especializada en el manejo de explosivos.
Rápidamente, personal altamente calificado de la Brigada de Explosivos del Ejército Nacional, una unidad con la experiencia y el equipamiento necesarios para este tipo de intervenciones, se desplazó hasta el lugar del hallazgo.
Al llegar, los uniformados establecieron un perímetro de seguridad de aproximadamente 50 metros alrededor del artefacto, una medida estándar para mitigar cualquier riesgo potencial y permitir a los especialistas trabajar con seguridad.
Las primeras evaluaciones visuales por parte de los expertos sugirieron que el artefacto en cuestión se trataba de una granada de mortero antigua, es importante señalar, como indicaron fuentes primarias, que muchas de estas granadas, una vez detonadas en prácticas o combates, no representan un peligro inminente de explosión incontrolada.
Sin embargo, su manipulación siempre requiere del conocimiento técnico y las herramientas apropiadas debido a la posibilidad de componentes aún activos o sensibles.
Tras implementar el protocolo de seguridad y analizar la situación, los integrantes de la Brigada de Explosivos procedieron a retirar el artefacto de manera controlada y segura, el operativo se desarrolló sin incidentes mayores, confirmando la efectividad de la coordinación entre las diferentes fuerzas y la pericia del personal militar especializado.
El objeto recuperado ha sido trasladado a dependencias militares para ser sometido a un peritaje exhaustivo, este análisis técnico permitirá determinar con certeza si la granada conservaba algún grado de activación, es decir, si existía algún riesgo residual.
Rocha Portal
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