domingo, 30 de noviembre de 2025

Laguna Garzón al borde del colapso: cianobacterias tóxicas avanzan y ponen en jaque salud, turismo y producción: Crisis en Laguna Garzón la expansión de cianobacterias tóxicas pone en riesgo la salud pública y el ecosistema, exigiendo acciones urgentes y sostenibles.

Técnicos advierten que, aunque reversible, la situación requiere cambios inmediatos en el manejo del agua y el saneamiento para evitar mayores daños al ambiente y las actividades locales.

La laguna Garzón atraviesa un estado crítico por la proliferación de cianobacterias, fenómeno que técnicos de Maldonado y Rocha califican como “potencialmente tóxico” y con riesgo de infecciones. La floración densa y el crecimiento de vegetación acuática afectan el ecosistema y complican actividades recreativas, turísticas y productivas.  

Ante esta situación, el Ministerio de Ambiente autorizó la apertura excepcional de la barra arenosa entre el 22 y el 25 de noviembre, con el objetivo de desagotar agua dulce, arrastrar nutrientes y permitir el ingreso de agua salada. La medida busca frenar un proceso que tiende a sostenerse por las condiciones meteorológicas.  

El asesor departamental Rodrigo García explicó que el problema responde a causas estructurales: exceso de nutrientes, falta de recambio con el mar, altas temperaturas y actividades humanas sin saneamiento adecuado. 

Advirtió que las cianobacterias detectadas son capaces de producir toxinas y recomendó evitar el baño por riesgos de gastroenteritis y alergias.  

La directora de Ambiente de Maldonado, Virginia Villarino, coincidió en desalentar el contacto recreativo y señaló que, mientras persista la floración, solo pueden aplicarse medidas paliativas. 

La apertura artificial se resolvió incluso sin alcanzar la cota protocolar, debido a la urgencia de reducir la concentración de algas y permitir el ingreso de agua salada.  

El avance de las cianobacterias complica la pesca artesanal, los deportes náuticos y la balneabilidad, obligando a usuarios y trabajadores a desplazarse. 

García subrayó la necesidad de implementar saneamiento ecológico con biodigestores y humedales artificiales, además de prácticas agrícolas responsables, para revertir la tendencia.  

El contexto climático agrava el panorama: el efecto de La Niña anticipa sequía y escasa lluvia, condiciones que favorecen nuevas floraciones. 

Sin embargo, los técnicos coinciden en que, con inversión y compromiso estatal y privado, la recuperación podría lograrse en uno a tres años.  

Rocha Portal

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