Estados Unidos: El volcán Kilauea en Hawái experimentó recientemente una nueva fase eruptiva, reafirmando su estatus como uno de los más activos a nivel global.

El evento, aunque de duración limitada, generó impresionantes proyecciones de lava que alcanzaron alturas considerables, un espectáculo natural seguido de cerca por vulcanólogos y la comunidad local.

La erupción tuvo lugar específicamente en la isla de Hawái, donde el Kilauea domina el paisaje. Según los reportes del Observatorio Vulcanológico de Hawái (HVO), la actividad comenzó durante la jornada del domingo y se mantuvo visible por aproximadamente seis horas. Este episodio se caracterizó por fuentes de lava que emergieron desde múltiples fracturas o “respiraderos” dentro del cráter Halemaʻumaʻu.

Las imágenes captadas durante el evento mostraron el cráter Halemaʻumaʻu intensamente iluminado por el resplandor del magma incandescente, con chorros de lava que, en su punto álgido, se elevaron hasta una altura estimada de 300 metros. Este tipo de manifestación volcánica, conocida como fuente de lava, es característica del Kilauea y atrae la atención de científicos de todo el mundo por su naturaleza dinámica.

Es importante contextualizar esta erupción dentro del comportamiento reciente del volcán. El HVO ha señalado que esta actividad forma parte de una serie de eventos eruptivos recurrentes que se han observado desde una erupción más significativa ocurrida el pasado mes de diciembre. 

Desde entonces, el Kilauea ha presentado episodios breves, generalmente con una duración que rara vez excede las 24 horas. La erupción más reciente encaja dentro de este patrón de actividad intermitente.

A pesar de la espectacularidad del fenómeno, las autoridades han subrayado que la erupción se localizó dentro del área restringida del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, lejos de cualquier área habitada, el cráter Halemaʻumaʻu es una zona cerrada al público precisamente por el riesgo inherente a la actividad volcánica. 

Por lo tanto, no se ha emitido ninguna alerta o aviso de peligro directo para las comunidades cercanas o para la población en general de la isla de Hawái, lo que ha permitido que el evento sea observado como un fenómeno científico y natural sin poner en riesgo vidas humanas.

Sin embargo, como medida de precaución debido a las emisiones de gases y ceniza volcánica, potencialmente perjudiciales para la navegación aérea, se ha mantenido una alerta de aviación en nivel naranja. 

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