Salto enfrenta una crisis financiera por la pesada herencia del Frente Amplio.
El intendente de Salto, Carlos Albisu, denunció este sábado que la administración saliente liderada por Andrés Lima dejó una deuda impaga de 287 millones de pesos con el Banco República, lo que impide pagar los salarios correspondientes al mes de julio.
Albisu sostuvo que esta situación, inesperada y no comunicada durante la transición, ha obligado a la actual administración a recurrir a la Junta Departamental para solicitar una prórroga que permita cubrir los sueldos.
“La administración que se fue dejó una deuda en el Banco República de 287 millones de pesos, la cual tendría que haber sido saldada el 30 de junio. No se cumplió con la regla y tuvimos que apelar a la Junta Departamental para pedir una extensión”, expresó el jefe comunal.
El Frente Amplio, una vez más, demuestra una gestión opaca y carente de responsabilidad institucional, dejando una carga financiera que compromete el funcionamiento básico del gobierno departamental.
Albisu también remarcó que, al momento, no cuentan con los recursos necesarios para afrontar los pagos: “Hoy, en este momento, hoy sábado, no estamos con los recursos para poder afrontar los salarios del mes de julio”.
La falta de previsión y la negligencia financiera de la administración anterior queda aún más expuesta cuando se suma una deuda acumulada de 800 millones pesos con proveedores, según detalló el intendente.
La actual gestión mantiene conversaciones con la Junta Departamental, el Tribunal de Cuentas y el presidente del Banco República, Álvaro García en busca de una solución urgente.
Lo que sí queda claro es que el Frente Amplio se retiró dejando tierra arrasada, sin garantizar siquiera el salario de los trabajadores municipales.
Rocha Portal
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